Subjetividades femeninas: de la mímica subversiva a los discursos contestatarios

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Lucía Guerra-Cunningham

Resumen

A mediados del siglo XIX, la figura de “la mujer ideal” semejaba una amplia campana bajo una cintura breve, pechos abultados y una larga cabellera llena de rizos o en un complicado moño. El corsé usado desde el siglo XVI era un artefacto de género y varillas metálicas que se ceñían al cuerpo para realzar las caderas y el busto (signos de la maternidad) achicando la cintura alrededor de diez centímetros con el objetivo de crear lo que en aquella época se llamaba “una cintura de avispa”. Los vestidos debían cubrir hasta la punta de los pies y requerían entre siete y diez metros de tela que en la falda se extendía en forma perfectamente redondeada, gracias a las enaguas confeccionadas con aros de acero en un armado metálico.

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Sección
Dossier: Cartografías e imaginarios de la literatura chilena