En este artículo se revisa la reforma política a la descentralización que comenzará a regir en plenitud a partir de las elecciones de gobernadores regionales de 2021. Basado en el enfoque de las relaciones intergubernamentales, se muestran posibles escenarios de falta de coordinación en la dinámica política regional que podrían desencadenar en conflictos a raíz de la existencia de dos nuevas autoridades regionales con similares atribuciones. Ante esta debilidad del nuevo diseño institucional, este artículo propone la creación de una instancia de coordinación de política regional. La principal conclusión es que la reforma de descentralización fue concebida más como un proceso de autonomía y democratización, que como una instancia de fortalecimiento de las relaciones intergubernamentales para implementar mejores políticas púbicas subnacionales.