El año 2021 marcó el 25º aniversario de la firma de los históricos acuerdos de paz de Guatemala. Sin embargo, las celebraciones de este logro histórico contrastaron fuertemente con las alarmantes tendencias de deterioro de la democracia y el estado de derecho que se produjeron durante el año. Revisando los eventos de 2021, este artículo descubre dos patrones clave en la política guatemalteca, ambos evidencia del declive democrático: 1) ataques abiertos a la independencia judicial y violaciones del orden constitucional, y 2) una escalada en la criminalización de los críticos del gobierno, particularmente aquellos en la primera línea de la lucha anticorrupción. También hace un balance de las consecuencias más perniciosas de estos patrones, incluyendo la pésima respuesta de Covid-19 y las nuevas oportunidades de corrupción en medio de la resurgente impunidad. Combinadas, estas dinámicas también han aumentado las tensiones dentro de las relaciones entre EE.UU. y Guatemala, ya que la Casa Blanca de Biden percibió cada vez más al gobierno guatemalteco como un socio poco fiable a la hora de abordar las causas fundamentales de la migración. En resumen, el año 2021 fue un punto de inflexión en la trayectoria de 25 años de paz de Guatemala, que ha llevado al país a un camino autoritario como el de muchos de sus vecinos en el hemisferio occidental.