El presente artículo analiza los recientes eventos políticos en Bolivia, a través del prisma de la teoría de clivajes políticos, con un énfasis especial en el desplazamiento de clivajes. El sistema de partidos boliviano se compone, en la actualidad, por un Partido estable y predominante a un lado del espectro (MAS), mientras que en el otro extremo encontramos una colección inestable y fragmentada de partidos, movimientos y otros vehículos que no han podido articular un marco coherente de ideas políticas. Este sistema emergió cuando el sistema de partidos anterior colapso entre 2003 y 2005, cambiando la dinámica política de una convencional disputa sobre el eje izquierda-derecha, a una situada en el eje étnico/rural vs. cosmopolita urbano, más alineado al clivaje más importante en el país. Sin embargo, la sociedad boliviana no se congeló en 2005. En este articulo analizamos las raíces profundas de la política boliviana, rastreando la emergencia y transformaciones en las divisiones generacional, étnica, urbano-rural, regional, de clase y en torno a la religión. Entender como los clivajes interactúan a la hora de determinar tendencias políticas nos permite aprehender las principales tensiones y fuentes de inestabilidad que Bolivia y el MAS, internamente, afrontan hoy en día, ilustrando a su vez las potenciales rutas de importantes retos por venir.