Este artículo esboza la profundización de la crisis política, social y económica que enfrenta Venezuela. En general, argumentamos que tanto el gobierno como la oposición deben asumir la responsabilidad de la crisis actual, ya que ambos han fracasado en ofrecer respuestas políticas coherentes a los problemas que enfrenta el país. El gobierno no ha logrado abordar la crisis con suficiente rigor, y parece estar más preocupado por mantener el poder, mientras que la oposición MUD sigue ofreciendo la eliminación del gobierno como su única solución a la crisis. Sin embargo, sus propuestas de política están poco desarrolladas y no ofrecen soluciones a largo plazo a los problemas del país. Por último, sugerimos que la continuación del diálogo patrocinado por el Vaticano / UNASUR es la mejor vía para que Venezuela avance si desea restablecer la estabilidad económica y social y reducir la tensión política.