En Chile, la dificultad de conseguir doblajes en el sistema binominal crea motivaciones contrapuestas entre partidos políticos que buscan maximizar la consecución de escaños, y candidatos que buscan ganar. Carey y Siavelis (2003) plantearon que la Concertación entregaba premios a los subcampeones que contribuían con un buen desempeño a la votación de su coalición. Aplicamos esa explicación a 2009, cuando la Alianza era favorita y los premios de consuelo serían más probablemente distribuidos entre sus subcampeones. Despejamos dudas sobre las causas que explican los duplos fuertes en la coalición con más probabilidades de ganar. Al mostrar que hay más duplos fuertes en la Alianza en 2009 que en elecciones anteriores apoyamos la tesis de los premios a los subcampeones.