Argentina y Chile han desarrollado desde 1990 la etapa de cooperación más profunda de toda su historia republicana. Para hacerla posible, la élite política de cada país reformuló su visión del otro, reestructurando al efecto el espacio geopolítico referencial que cada una tenía en relación con la percepción del papel de su respectivo país en la sociedad internacional. Así, las instituciones binacionales autónomas argentinochilenas son la culminación de una transición hacia una nueva etapa en las relaciones bilaterales, marcadas por la construcción e implementación de un discurso geopolítico dirigido a formar un sistema institucional binacional autónomo.