Este artículo analiza las respuestas del gobierno de Alberto Fernández del Frente de Todos a los profundos desafíos que enfrentó en materia económica, social, y judicial en 2022. Mientras que las medidas adoptadas ante la situación económica apremiante y el conflicto social intensificaron disputas existentes en la coalición gobernante, amenazando su unidad, los procesos judiciales y la respuesta del gobierno ante los mismos profundizaron la polarización entre el gobierno y la oposición, incentivando la unidad interna de ambas coaliciones. El clima de polarización alcanzó un punto álgido con un atentado fallido contra la vicepresidenta. A pesar de que estos desafíos y las disputas internas en el Frente de Todos debilitaron gravemente al presidente, la coalición gobernante se mantuvo estable y el oficialismo continúa siendo competitivo en las inciertas elecciones generales de 2023.