Este artículo analiza la situación de la política en el Perú en el año 2022 y evalúa el estado de la democracia a partir del análisis de hechos y procesos coyunturales y estructurales. El argumento central es que el enfrentamiento cíclico entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, que venía produciéndose desde el 2016, desembocó en una victoria del Legislativo y abrió la ruta del desequilibrio de poderes afectando tanto la tradición presidencialista fundada con la república 200 años atrás, como los fundamentos de la democracia reinaugurada en el 2001. Esa victoria generó como reacción un estallido social que acentuó tanto la deslegitimación del gobierno como del régimen en su conjunto. La instauración de un gobierno de mano dura ahondó el enfrentamiento. Así, el país entró en una transición autoritaria de final impredecible.