El texto analiza el status que Locke confiere al lenguaje normativo y la importancia del argumento del Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil . El autor sugiere que Locke –como es habitual en su época– matematiza el lenguaje normativo, favoreciendo así la subjetivización de la política. Plantea, además, que la importancia del argumento de Locke radica en el efecto performativo que produjo: erigir un argumento que favorece la subordinación de la política a la economía.