Durante las pos-transiciones democráticas los sistemas de partidos latinoamericanos enfrentaron la necesidad de auto-transformarse incluyendo nuevos ejes y dimensiones a la competencia interpartidaria para lograr adaptarse a las demandas planteadas por los déficit del sistema de representación tradicional. En consecuencia, emergieron nuevos partidos de oposición (partidos desafiantes) que se presentaron como alternativas a los partidos establecidos. Los partidos desafiantes integrados con éxito al sistema (EP-FA, PAN, PRD y PT) establecieron nítidas pautas de competencia contra el statu quo político, adquirieron soportes sociales fuertes, y presentaron características orgánicas e institucionales novedosas; mientras que aquellos que fracasaron (AD-Ml9, FREPASO, LCR y MAS) no lograron adoptar estrategias de competencia coherentes con el tipo de representación alternativa que las hizo emerger, y se terminaron diluyendo. Por último, este artículo plantea que los niveles de institucionalización del sistema de partidos están asociados a los niveles de éxito y fracaso de los partidos desafiantes.