El 2007 estuvo marcado por el conflicto sobre la ratificación del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, Estados Unidos y República Dominicana (CAFTA por sus siglas en inglés). El CAFTA fue aprobado por estrecho margen mediante referendum en octubre, luego de un período de polarización de las fuerzas políticas y sociales. El proceso reflejó la fragilidad del sistema de partidos políticos y las dificultades del gobierno y las fuerzas opositoras para lograr acuerdos políticos en otros ámbitos de la política pública.