El año 2007 fue un año de contrastes para la democracia guatemalteca, en el cual se dieron aspectos positivos, pero también se evidenciaron serios problemas. El proceso político en 2007 giró en torno a las Elecciones Generales realizadas en el segundo semestre del año. En los meses previos a las elecciones pareció incrementarse la violencia, la cual llegó incluso a afectar a miembros de varios partidos políticos. Los altos niveles de inseguridad prevalecientes hicieron que dicho tema se convirtiera en uno de los principales ejes de la campaña electoral, en la cual por otro lado abundó el negativismo y los ataques verbales entre los contendientes. Sin embargo, tanto la primera como la segunda vuelta electoral se desarrollaron en un ambiente de tranquilidad y los resultados fueron reconocidos prontamente por los partidos políticos participantes y avalados por observadores nacionales e internacionales. La distribución geográfica del voto fue otro elemento clave en estas elecciones, ya que el candidato ganador, Álvaro Colom, resultó siendo el primer presidente electo sin haber triunfado en la capital del país.