La literatura especializada ha considerado a la capacidad estatal como un factor importante para garantizar la viabilidad de diferentes fenómenos políticos y económicos como, por ejemplo, la consolidación democrática, el estado de derecho, la adecuada provisión de bienes públicos y el crecimiento económico. A pesar de la importancia de la capacidad estatal, solo algunos pocos trabajos académicos han explorado sistemáticamente la definición así como las dimensiones constitutivas de este concepto. Este artículo busca (a) precisar la conceptualización de capacidad estatal, (b) echar luz sobre los efectos que tienen las reglas de agregación a efectos de alcanzar diferenciación entre casos empíricos (e.g., países) y (c) brindar herramientas conceptuales para superar la clásica dicotomía entre estados débiles y estados fuertes.