Se plantea la reforma curricular teniendo en cuenta los temas de igualdad de oportunidades, calidad y diversidad, así como el contexto general de los cambios que se impulsan desde el sistema educativo. Se acentúa la necesaria vinculación de estos cambios con la familia y el entorno, haciendo énfasis en que esta vinculación hay que profundizarla particularmente en los sectores de pobreza. Se otorga especial relevancia a la incorporación de nuevas prácticas en el aula.