A partir del reconocimiento del sentimiento de pérdida de sentido que hoy embarga al hombre, en este artículo se rescata el rol y valor educativo de la Familia y de la Escuela. El aporte fundamental de la Familia, en cuanto agencia educativa, se sitúa en el plano de las relaciones interpersonales, pues ella, por ser ámbito natural para crecer como persona, es la mejor Escuela de Virtudes Sociales. El aporte educativo de la Escuela dimana de su condición de ámbitocultural, por lo tanto, de la virtualidad de las situaciones de encuentro que puede suscitar con las maravillas del mundo y sus valores, logrando así despertar la capacidad de asombro y fomentar la creatividad de educandos y educadores. Familia y Escuela, actuando mancomunadamente, ayudan a que la persona aprenda a vivir armónica y creativamente consigo misma, con el prójimo y con Dios, con la naturaleza y la cultura.