La novela póstuma de Albert Camus, El Primer Hombre, es el marco de referencia personal a partir del cual se presentan algunos aspectos fundamentales de la vida familiar, definida como un contexto primario del desarrollo humano. Estos aspectos se analizan desde la perspectiva de su influencia en la formación de valores, destacando la importancia de los vínculos afectivos entre padres e hijos para el desarrollo de una comprensión del sentido de las normas morales, el funcionamiento de la familia como un sistema de relaciones interpersonales y la participación activa y compartida de los padres y los hijos en el proceso de formación moral.